
Se realizaron ocho allanamientos en las localidades bonaerenses de Lanús y Quilmes.
Una organización dedicada a la importación irregular y comercialización de mercadería importada fue desbaratada por la Policía de la Ciudad tras ocho allanamientos simultáneos en los municipios bonaerenses de Lanús y Quilmes.
Según informaron fuentes policiales a la Agencia Noticias Argentinas, fueron secuestrados más de 700 bultos entre artículos de electrónica, perfumes, juguetes, prendas de vestir y herramientas, además de 31 teléfonos y 6 autos.
La mercadería era de origen extranjero y de distintos rubros, principalmente de artículos de electrónica y dispositivos tecnológicos, entre ellos más de 70 celulares.
Los allanamientos se realizaron en domicilios particulares, oficinas comerciales y depósitos ubicados en Lanús. También, se requisó en un barrio privado y en una oficina de un centro comercial de Quilmes.
Los procedimientos fueron realizados por la División Investigaciones de Organizaciones Criminales con la coordinación operativa de la Unidad Técnico Operativo Judicial (UTOJ) del Ministerio de Seguridad, en el marco de una exhaustiva investigación del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°2, a cargo de Pablo Yadarola.
La Unidad Técnico Operativo Judicial es una estructura creada en el Ministerio de Seguridad para realizar tareas especializadas y colaborar con la Policía de la Ciudad en investigaciones de causas del Fuero Federal Penal Económico.
“Este operativo es una muestra más del trabajo conjunto del Ministerio de Seguridad y de la Policía de la Ciudad para combatir el delito en todas sus formas. Y también de la colaboración y respaldo de la Justicia. Esto permite sacar de las calles mercaderías ilegales y apoyar al comercio legal”, afirmó el ministro de Seguridad porteño, Horacio Giménez.
Además, fueron incautados más de 20 millones de pesos, 50 mil dólares estadounidenses, vehículos, teléfonos celulares, computadoras, dispositivos electrónicos y documentación de interés para la causa.
La investigación se inició a comienzos de septiembre, a partir de una denuncia generada por la UTOJ sobre una organización que comercializaba productos de origen extranjero sin respaldo aduanero.
En ese contexto, los investigadores detectaron perfiles en redes sociales que ofrecían una amplia variedad de artículos, principalmente tecnológicos y electrónicos, y que se encontraban conectados entre sí.
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